Así como las estaciones del año, son tan distintas entre si en nuestro país, los cuidados de las plantas tienen que diferir durante las mismas. Tenemos que estar atentos a cómo impactan los diferentes climas y ponernos en acción para sacar lo mejor de cada estación en relación a nuestras plantas y en prevenir que las mismas no sufran los cambios abruptos.
En la botánica no se pueden establecer reglas generales ya que cada espacio es único y cada planta lo es también. Pero vamos a tratar de establecer algunos cuidados especiales que pueden aplicarse en invierno.
La mayoría de las suculentas y también muchísimas otras plantas, entran en invierno en un periodo de reposo. Hay que tener en cuenta esto porque vamos a notar que los crecimientos se estancan, que las plantas pierden algo de color y es importante entender que esto es parte de los ciclos de la naturaleza.
Suculentas en interior
Recapitulando podemos decir que en no todos los interiores las suculentas van a vivir bien. Las suculentas pueden vivir en interiores que tienen mucha luz natural. Si bien hay determinadas especies englobadas como las más fuertes y resistentes (Ejemplo: Haworthia o sanseveira; que se bancan todo) las suculentas necesitan mucha luz y la mayoría de ellas necesitan incluso algunos rayos de sol. Así que si probaste y las suculentas se te pudren, crecen finitas y de manera no uniforme lo que probablemente esté sucediendo es una falta de iluminación. En ese caso debes acercarlas a la ventana, si tenes un exterior cambiarlas de lugar o pasarte a plantas de interior que son LO MÁS!
Para los que sí tienen suculentas en interior estas son las recomendaciones:
- La iluminación suele cambiar bastante en las casas dependiendo la estación. Así que lo primero que hay que chequear es si las suculentas siguen recibiendo la luz necesaria.
- Hay que controlar la temperatura ambiente. La misma no debería disminuir de los 10 grados pero tampoco puede haber un micro clima muy cálido y seco porque esto puede traer cochinillas.
Suculentas en exterior
Aca esta el verdadero problema, porque aparecen factores externos que no podemos controlar. Puede pasar que suculentas que veíamos felices empiecen a ponerse amarillas, a pudrirse por los excesos de lluvia o a achicharrarse por el frío. Es por esto que recomendamos:
- Proteger a las suculentas de las lluvias. Esto va dirigido principalmente a los que tienen balcones sin techo, terrazas o patios. En ese caso lo mejor es ver si al menos se las puede reubicar abajo de un alero o en algún rincón del balcón que reciba menos lluvia. Si no tenemos esta opción podemos optar por poner algún tipo de toldito o media sombra o si queremos una opción expeditiva y rápida, ubicarlas abajo de un paraguas.
- Proteger a las suculentas de los granizos.
- Proteger las suculentas del frío. La unión hace la fuerza así que esta bueno en heladas juntar las suculentas y buscar algún rincón del exterior donde por el ángulo o porque hay una pared protegiendo, la corriente no llegue a las mismas.
En el caso muy probable de que la tormenta agarre a las suculentas también hay planes de salvataje y precauciones a tener en cuenta:
- Las suculentas llevan un sustrato específico. El mismo tiene que favorecer el drenaje del agua y contener arena, perlita y en algunos casos un poco de carbon para evitar la salida de hongos.
- Tratar de sacar el exceso de agua de las suculentas y si es necesario secarlas o cambiar el sustrato.
- Estar atento a que no le agarren gusanos, quienes suelen venir a saludar, despues de mucha lluvia.